entre niños envueltos, niños indigo y crital

Esta crónica pretendía ser un simpático relato de nuestra cena Beautiful Loser del día del amigo, pero acabo de noticiarme sobre algo que me ha dejado “patitiesa”.
A esta altura la mayoría de ustedes sabrán sobre las últimas explosiones en los subtes de London. Sin embargo lo que me deja sin aliento, no son las explosiones en sí, sino lo que sigue.

Esta mañana llegue al subte, como lo hago desde los últimos 15 meses para ir a mi trabajo. Sin embargo esta mañana antes de disfrutar del arte de ensoñar, mire a mi alrededor, y pensé:,

- uh, qué loco, los subtes explotan en Europa y nosotros lo hemos naturalizado de tal manera que seguimos viajando sin miedo. Esto de vivir con el terrorismo es una transformación social muy grosa, quizás las personas que perdieron familiares en la AMIA quedaron completamente descajetados pero después de estos años transcurridos, si yo perdiera a alguien en un atentado terrorista, creo que no me produciría más dolor que si muriera de otra manera. No sé me parece que la muerte a manos de terroristas, es como una de las posibles muertes, como un accidente, un secuestro, una enfermedad terminal …. Hmmm, cómo me molesta el charango ese … tengo sueño”

Lo que más me sorprende ahora, es que esta reflexión no la había hecho nunca desde que ocurrió lo del 7 de Julio. Y lo que me sorprende aún más es que un pared e horas más tarde sucedieron estas nuevas explosiones …. No sé realmente estoy conmovida, no por los londinenses o sí, pero no en el sentido estricto de pena, estoy conmovida por que están ocurriendo profundas transformaciones sociales y en el ajetreo del día a día no sé , se me escapan … es raro … aquí llegue al punto donde las palabras ya no me alcanzan para explicarme …