Noche Estrellada

Mis nuevas pero muy estimadas amigas biutiful luses (nena, yo te paso esto en maquina de escribir, cuando vos lo metas en la maquina, por favor corregí los errores, gracias querida)
Antes que nada quiero agradecerles mucho su tan gentil invitación a escribir en este pasquín tan simpático y alocado y pedirles disculpas por la extension pero es que me entusismo como loco escribiendo.
Mi ocurrencia fue relatarles la maravillosa experiencia que tuve aquel día en que me invitaron a ese festival llamado... Bien... Bah... no recuerdo exactamente pero sé que era uno de esos nombres modernos y cortitos que usan ahora.
El asunto fue que yo iba entusiasmado con este maravilloso grupo de jovencitos, con la expectativa de concurrir a una gran fiesta de ciudad, bailarme unos tangazos, tomar unas ginebras para matar el ofri y de paso ver señoritas lindas, porque uno nunca pierde la maña (risa). El predio al que llegamos era de lo mas raro, por momentos me mareaba un poco, porque sabrán ustedes que en los años ’20, cuando yo era pibe, estas cosas no se veían. La música estaba demasiado fuerte y la verdad es que no se podía charlar; tampoco había mesas con sillas para poder sentarse y los zapatos de punta me estaban amasijando los pies. Sin embargo y aunque un poco aturdido, decidí divertirme y conocer un poco ese mundo de los jóvenes del que tanto hablaban en el televisor. Aparecieron los conjuntos musicales... acompañados por unas maquinas, bailes un poco... como decirlo... las señoritas ligeras de ropa y los parlantes que me retumbaban en el oído. Repentinamente, en medio de la confusión me dicen que vaya a otro escenario a ver a Entre Ríos. Yo no entendía nada, pero tenia un cartelito colgado en el cuello y me iba guiando por los mapitas, así que emprendí viaje con la ilusión de poder bailarme algún chamame o alguna cumbia del litoral. El tema fue que en un momento, de tanto caminar comencé a tener sed, tenia la boca muy seca y les pedí a unos purretes si no me convidaban de su agua mineral. Ellos riéndose accedieron y yo le di un sorbo grande nomás, para no abusar de su amabilidad. Seguí dando vueltas y vueltas... me acomode el pañuelo rojo que llevaba en el bolsillo y saque el peine para emprolijarme el cabello... en ese momentoo...... los dientes del peine comenzaron a tocar mi cabeza suavementeee... y mi mano se movía lento... muy lento mientras sentía la velocidad del viento rozando por mis brazos..... y el pañuelo rojoooooooo..... el pañuelo era rojoooooo...y el brillo platinaba mi cabeza dando destellos cálidos y dorados en el aireeee.... ese aire que entraba por mi nariz haciéndome cosquillas .... se sentía como cataratas de nubes entrando en mis pulmones... era como llenarme de aire hasta parecer un globo aerostático que flotaba....flotaba.... y el fuego que me elevaba venia de...... mi pañuelo rojooooo....era calor en medio del intenso frío....energía calórica...energía que volaba...yo volaba... y las estrellas destellaban en mi peine color carey... en ese momento me acerque a una pantalla de proyector que tenia imágenes móviles y vi con asombro que estaba formada por .... aguuaaaaaaaa...agua que caía como los dientes de mi peine color carey hasta juntarse en una sola materiaa.... al final les digo...no entre a esos carpones ruidosos pero me quede sentado en el parque y pase mucho tiempo hasta que las luces del día comenzaron a doler en mis ojos. Ahí recordé que hacia mucho tiempo que no los cruzaba y fui hasta la H pero no había mas que una parejita haciendo actos privados. Me aleje disimuladamente y salí, perdido en la feroz y apresurada ciudad... con transportes computarizados y taxis rrrrequete modernos. Di mas vueltas y con los últimos morlacos del bolsillo del traje... dorados, fríos y metálicamente ruidosos cuando chocaban entre sí...decidí poner fin a la noche y comprar un pancho. Pense que increíble invento el panchooooo, las chicas tenían razón... tiene algo especial... es inmutable, imperecedero, casi una deidad... símbolo del planeta tierra... denominador común de la humanidad toda.

Roberto//